En España no entendemos nuestras ventanas sin sus correspondientes persianas a diferencia de lo que ocurre en la inmensa mayoría de los países europeos, que carecen de este sistema en las ventanas de sus hogares.
Hoy desde Persianas Lavirgen te contamos los pormenores y razones de esta curiosa circunstancia que provoca esta diferencia entre los inmuebles del resto de Europa con respecto a nuestros país.
La existencia de persianas en nuestras ventanas y la ausencia de ellas en otros países.
Seguro que cuando hayas viajado o residido en otros países de Europa habrás vivido la situación de acudir a bajar la persiana de una ventana con la sorpresa de que este elemento no existe en los hogares y oficinas más allá de nuestras fronteras.
Pero, ¿ qué razones llevan sobre todo a los países nórdicos a prescindir de este elemento cuando en España no entendemos la vida en casa sin ellas?. Veamos algunas
1.- El sol y la luz: probablemente sea la razón que a todos nos viene a la cabeza a la hora de dar respuesta a esta cuestión. Y es muy posible que sea la de más peso de todas, ya que en España, la luz exterior y el sol incluso en invierno es de la suficiente intensidad como para que, en determinados momentos y con el objetivo de dormir, resguardarnos del calor, refrescar el interior de la casa, etc, evitemos la entrada de ello a través de las ventanas.
Esta circunstancia es totalmente diferente en muchos puntos del viejo continente, en el que adolecen de esa luz y por supuesto del sol, y por contra, potencian el traspaso de los limitados rayos y luminosidad exterior para hacerlos entrar en sus hogares de la forma más amplia posible.
2.- Costumbres ancestrales: el hábito de usar persianas en España llegó de manos de los árabes ya que estos, por razones culturales y religiosas, eran proclives a salvar la intimidad del interior de sus casas evitando con estos sistemas la vista de ello a ojos de extraños y curiosos.
Por contra, en el resto de Europa la concepción de lo que ocurre dentro de una casa con respecto a lo que puedan o no divisar los demás era meridianamente opuesta, pues el hecho de dar visibilidad al interior se comprendía como signo de honestidad y ausencia absoluta de algo que ocultar o esconder.
3.- La costumbre de la siesta: no hay nada tan español como el rato de desconexión para dormir «un poquito de siesta». Y precisamente ese momento coincide con horas de sol y luz intensas en nuestro país, por lo que mediante el uso de la persiana, conseguimos producir de forma artificial la oscuridad necesaria para conciliar el sueño durante ese periodo.
En Persianas Lavirgen somos expertos en todo tipo de modelos y formatos de persianas ya sean de madera, PVC, aluminio, Venecianas, etc con las que seguir dando respuesta a esta costumbre tan nuestra que, demostrado está, es una importante aliada del descanso, la intimidad y el ahorro energético.
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